Presentación de la Maestría en Educación

 

Los fenómenos educativos, como fenómenos sociales no pueden ser controlados, de ahí la importancia del diálogo entre la teoría y la práctica desde diferentes miradas disciplinares, en contextos históricos y situados. El objeto de educación es heterogéneo, es una práctica dinámica en donde difícilmente se pueden fijar sus sentidos de manera absoluta y definitiva, así como tampoco utilizar un lenguaje unívoco o únicamente desde la racionalidad instrumental, ya que limita su comprensión. Los problemas educativos actuales exigen abordar discusiones que se han desarrollado en las ciencias sociales y las humanidades para pensar pedagógicamente los fenómenos educativos y construir propuestas de intervención desde la investigación. 

 

La Maestría en Educación es una maestría profesionalizante de tiempo completo y presencial, de 4 semestres y 100 créditos, que ofrece un espacio académico sustentado en la articulación entre las ciencias sociales, las humanidades y la educación científica y tecnológica, para contribuira los procesos de formación de actores educativos que se desempeñan en instituciones de educación técnica y tecnológica. Para ello, se requiere de diálogos interdisciplinarios y de bases transversales, que permitan establecer puentes entre lo social, lo humano, lo científico y lo tecnológico, en la constitución de una persona educadora reflexiva, crítica y consciente de las necesidades sociales, que se asume como agente transformador.  

 

Es necesario pensar críticamente los fenómenos educativos y qué mejor hacerlo desde la investigación, para enfrentar los múltiples retos planteados por problemas educativos emergentes y prioritarios (ambiental, de género, violencia, salud mental, exclusión educativa, uso o acceso a las tecnologías, etcétera) que requieren construir otras preguntas y abordajes. 

 

Esta intención requiere de construir nuevos vínculos entre las instituciones educativas con los sectores sociales y económicos, desde los cuales los y las maestrantes puedan ampliar el entendimiento que tienen los procesos formativos y sus prácticas. De esta concepción, resultan los ejes transversales que se alinean con el PRONACE Educación para dar direccionalidad y soporte al programa, a saber: inclusión social, equidad, autonomía e interdisciplinariedad.